jueves, 13 de agosto de 2020

HARENES Y ODALISCAS

La palabra odalisca procede del turco “odalik”("oda", cámara y "lik", doncella) significa, básicamente, mujer de cámara. Esto venía a ser como una aprendiz o asistente de las concubinas y esposas del sultán, pero al contrario de la creencia popular, estas mujeres no tenían una relación carnal con el sultán.
Sólo aquellas odaliscas que destacaban en belleza y mostraban algún tipo de talento, se consideradan como potenciales concubinas. Para esos casos era que se las entrenaba y educaba en diversas artes, para que estuvieran preparadas si se daba el caso de que el amo pusiera sus ojos en alguna de ellas. Por eso se debe aclarar que una odalisca, aunque formaba parte del harén, no era una concubina, aunque algunas pudieron llegar a serlo. Dentro de la estratificación social del harén, las odaliscas se hallaban en la parte inferior, esto se debe a que no servían directamente al señor de la casa, sino a sus esposas y concubinas como sirvientas personales de las mismas.
Para tener en cuenta de qué se trataba un harén, algunas características deben desmitificarse, puesto que popularmente se creyó durante mucho tiempo, que un harén era una especie de palacio de placer, en donde numerosas jóvenes sin ropa, hacían las delicias de un omnipotente sultán. En la realidad, un harem era el lugar que habitaban las mujeres de palacio, las damas de la familia real, junto a sus sirvientas. Este era un lugar prohibido para los hombres, con excepción de los eunucos. En el harén vivían, generalmente, no más de cuatro o cinco esposas del sultán, todas ellas cohabitando en la paz y armonía propia de cualquier familia.
Allí criaban a sus hijos y eran atendidas por las odaliscas. Como una urbe, el harem tenía su administración, su organización, sus cocinas, servicios y dependencias. Si bien es cierto que las mujeres no salían jamás, a la vez que ningún otro hombre además del sultán, ingresaba en el edificio, no se vivía el ambiente de falta de libertad comparable a la vida de una víctima de secuestro. La mentalidad occidental ha sido responsable de mitificar este tipo de organización, comparando el harén con una especie de lupanar en donde las esposas y concubinas del sultán son presentadas como prostitutas ávidas de ofrecer sus encantos.
Cuando era elegida, una odalisca entrenada serviría sexualmente al sultán, y únicamente después del contacto sexual, su estado y posición dentro del harén cambiaría, pasando a ser, a partir de entonces, una concubina. También debe considerarse que hubo muchos casos de mujeres que lograron ocupar cargos en la administración del harén y de la corte, o abandonaron el edificio al cumplir cierta edad. Algunas de estas mujeres ejercieron gran influencia en el mundo que las rodeaba, dejando de ser simples sirvientas.
Actualmente se asocia el término "odalisca" con bailarina y en algunos casos, se utiliza este término para aludir a la amante de algún hombre adinerado, pero es claro que ha sido producto del prejuicio y la falta de información. No puede negarse el encanto que producen estas civilizaciones que han resultado tan atractivas a los ojos occidentales, tanto así que inspiraron numerosas manifestaciones artísticas, como las que ilustran este artículo, y que son sólo una pequeña muestra de la visión artística que retrató a estas bellas mujeres, diferentes, pero tan dignas como las demás.


Fuente: "El harén imperial y las sultanas en el siglo XIX" , Leyla Hanim, Ed. Olañeta, 2003. "Harem" , Colin Falconer, Ed. Quinteto, 2003.

Imágen; konstantin razumov-Mujer Pintura, Arte En Lienzo-Artwork by Konstantin Razumov, Odalisque à la carafe, Made of oil on canvas.


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